La Xbox desde sus inicios ha tenido grandes mandos con una gran evolución, exceptuando el primer y monstruoso mando que más bien se acercaba a un arma de destrucción masiva.
Lo que nos cuentan Graeme Boyd y Quintin Morris en el video GamesHQMedia es que el mando no tendrá grandes cambios respecto al de ahora, sino que será revisado y mejorado en ciertos puntos como son: la ergonomía, el tacto de sticks y gatillos, el agarre, la respuesta del pad y la posicion de los botones.
En mi opinión el mando de la actual Xbox 360 y, por lo que parece, el de Xbox One, están jugando en otra liga a nivel de FPS. Con ver y comparar tan sólo las posiciones de la cruceta respecto al mando de la nueva PS4 nos podemos dar cuenta de que no tiene rival.