En medio del cambio en el hábito de los consumidores, internet está en todas partes. No es un lujo o una opción. Es casi necesario. Tras conocerse la Xbox One, nuevos detalles acerca de sus características van apareciendo. Microsoft ha confirmado que la consola requiere de comprobación «online» al menos una vez al día.
La compañía de Redmond ha explicado que esta especie de «conexión permanente» es obligatoria y, en caso de que se incumpla ese periodo de tiempo, el juego «offline» no será posible hasta que se vuelva a conectar. En el caso de que el usuario acceda a su cuenta a través de una segunda consola las comprobaciones se reducirán cada 60 minutos.
Esto implica que si un usuario no está en su Xbox y juega en la de un amigo, tendrá una hora para conectarse a los servicios de autentificación antes de ser expulsado. Con este sistema, Microsoft pretende: «Verificar si hacen falta actualizaciones de sistema, aplicaciones o juegos, y para ver si has adquirido nuevos juegos o revendido, cambiado o regalado tu juego a un amigo». Pero lo cierto es que además de la explicación oficial, la compañía pretende que de este modo no se pueda instalar el juego en una consola y después regalarlo o venderlo a otra persona.
«Aunque la conexión permanente no es obligatoria, Xbox One está diseñada para verificar si el sistema, aplicación o videojuego necesitan actualizaciones, si se han comprado nuevas licencias, si se ha comprado un juego de segunda mano, si se ha vendido un título o si se ha prestado el programa a un amigo», explica la compañía.
Las quejas y las dudas de muchos usuarios en cuanto a un supuesto canon por venta de juegos usados han provocado que la compañía intente reaccionar, respondiendo a alguna preguntas a través de la página web de la Xbox. Microsoft ha señalado que los editores tendrán la potestad para decidir sobre los juegos y su gestión, sin que la compañía se lleve ningún beneficio.
En esta sección de preguntas y respuestas, Microsoft ha indicado que no cobra una tarifa de plataforma a minoristas, editores o consumidores por permitir la transferencia de estos juegos y especificando que diseñaron la Xbox para permitir que los editores de juegos puedan dejar cambiar los juegos. Por lo tanto, se deduce que la compañía no bloqueará la venta de sus propios juegos, pero si que deja en manos de terceros la posibilidad de hacerlo.
Solo sería posible para un usuario que haya estado en la lista de contactos durante, al menos, un mes antes de efectuar la transacción y únicamente se podrá intercambiar tan solo una vez. La adquisición se podrá efectuar en los espacios autorizados de Microsoft.
La compañía de Redmond ha explicado que esta especie de «conexión permanente» es obligatoria y, en caso de que se incumpla ese periodo de tiempo, el juego «offline» no será posible hasta que se vuelva a conectar. En el caso de que el usuario acceda a su cuenta a través de una segunda consola las comprobaciones se reducirán cada 60 minutos.
Esto implica que si un usuario no está en su Xbox y juega en la de un amigo, tendrá una hora para conectarse a los servicios de autentificación antes de ser expulsado. Con este sistema, Microsoft pretende: «Verificar si hacen falta actualizaciones de sistema, aplicaciones o juegos, y para ver si has adquirido nuevos juegos o revendido, cambiado o regalado tu juego a un amigo». Pero lo cierto es que además de la explicación oficial, la compañía pretende que de este modo no se pueda instalar el juego en una consola y después regalarlo o venderlo a otra persona.
«Aunque la conexión permanente no es obligatoria, Xbox One está diseñada para verificar si el sistema, aplicación o videojuego necesitan actualizaciones, si se han comprado nuevas licencias, si se ha comprado un juego de segunda mano, si se ha vendido un título o si se ha prestado el programa a un amigo», explica la compañía.
Las quejas y las dudas de muchos usuarios en cuanto a un supuesto canon por venta de juegos usados han provocado que la compañía intente reaccionar, respondiendo a alguna preguntas a través de la página web de la Xbox. Microsoft ha señalado que los editores tendrán la potestad para decidir sobre los juegos y su gestión, sin que la compañía se lleve ningún beneficio.
En esta sección de preguntas y respuestas, Microsoft ha indicado que no cobra una tarifa de plataforma a minoristas, editores o consumidores por permitir la transferencia de estos juegos y especificando que diseñaron la Xbox para permitir que los editores de juegos puedan dejar cambiar los juegos. Por lo tanto, se deduce que la compañía no bloqueará la venta de sus propios juegos, pero si que deja en manos de terceros la posibilidad de hacerlo.
Solo sería posible para un usuario que haya estado en la lista de contactos durante, al menos, un mes antes de efectuar la transacción y únicamente se podrá intercambiar tan solo una vez. La adquisición se podrá efectuar en los espacios autorizados de Microsoft.
Vía | abc.es